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¿Se puede vender un coche que no se ha terminado de pagar?

La mayoría de los conductores que deciden adquirir un nuevo coche deben recurrir a la financiación de las concesionarias o entidades bancarias. En este artículo, te contamos si podrían vender su vehículo sin todavía no lo han terminado de pagar.

¿Se puede vender un coche que no se ha terminado de pagar?

11/7/2022

¿Se puede vender un coche que aún no se ha terminado de pagar? Por norma general, adquirir un nuevo vehículo suele ser bastante complejo.

Además del alto desembolso monetario que deben asumir los compradores, que la mayoría de las veces se ven obligados a buscar financiación, cuando se quiere adquirir un automóvil se deben tener en cuenta muchos otros factores que pueden retrasar nuestra compra, como la potencia del motor, la comodidad del vehículo, el número de plazas o el tipo de combustible que utiliza, entre otros. 

Aun así, en algunas ocasiones puede darse el caso de que, al poco de adquirir el vehículo, el comprador decida deshacerse de él, ya sea porque su situación familiar ha cambiado, porque han introducido nuevas restricciones a la movilidad que requieren que tenga un vehículo más sostenible o, simplemente, porque el coche no era lo que esperaba. 

En estas situaciones, lo normal es que el comprador decida poner a la venta el vehículo, pero ¿qué ocurre si el coche está financiado y no ha terminado de saldar la deuda? ¿Podría venderlo? En este artículo, te contamos si se puede vender un coche que no se ha terminado de pagar y qué opciones tienen los conductores

¿Se puede vender un coche financiado?

A la hora de comprar un nuevo automóvil, los conductores pueden optar a varias alternativas de financiación, dependiendo de su situación económica y su capacidad de ahorro.

Las más populares, aun así, son dos: obtener la financiación de los concesionarios o de los préstamos bancarios, dos opciones bastante semejantes que permiten que los usuarios obtengan el importe total del precio del vehículo a cambio de que lo devuelvan dentro de unos plazos establecidos. 

Aunque ambos métodos de financiación comparten varias similitudes, entre ellos existen varias diferencias que conviene conocer antes de decantarse por uno u otro. Así, podemos definir estos dos conceptos de la siguiente manera: 

  • Financiación de concesionario: se trata de la opción más cómoda y rápida a la hora de adquirir un vehículo nuevo. En este caso, es la propia marca propietaria del concesionario o, en su defecto, las entidades asociadas, quien concede el préstamo al cliente, que deberá devolverlo, junto con los intereses, en pagos mensuales. Este método de financiación tiene la ventaja de que suele exigir menos requisitos que otros, pero sus tipos de interés y comisiones son, por lo general, menos competitivos que los de los préstamos bancarios. Además, su contratación está, generalmente, sujeta a la adquisición de un seguro para vehículo que puede aumentar considerablemente el importe a pagar. 

  • Préstamos bancarios: en estos casos, el cliente busca financiación en los bancos y entidades bancarias, que le concederán un importe que deberá, igualmente, devolver a plazos junto con una serie de intereses. Estos productos permiten que los usuarios soliciten exactamente el importe que necesitan y el plazo de amortización en el que les gustaría devolverlos, y tienen unos tipos de interés más competitivos que la financiación que ofrecen los concesionarios. No obstante, los requisitos para poder contratarlos son más severos, ya que suele exigirse que tengan un justificante de ingresos y un aval, y los trámites de contratación son más lentos.

Cuando un usuario solicita financiación, ya sea al concesionario o a una entidad bancaria, contrae una deuda con la compañía. Por ello, por norma general, en los contratos que se firman suele aparecer un término conocido como reserva de dominio, una cláusula que limita las libertades del comprador hasta que termina de saldar su deuda

La reserva de dominio

La reserva de dominio es una cláusula regulada por la ley de venta a plazos de bienes muebles y que se incluye en la mayoría de contratos de compraventa en los que hay financiación. 

Esta cláusula, básicamente, representa un acuerdo entre el comprador y la financiera y estipula que la propiedad del producto financiado pertenece a la entidad hasta que se termine de devolver el dinero prestado, pese a que el comprador puede hacer uso de él.

Esto quiere decir que, en el caso concreto de un vehículo, este será propiedad de la entidad prestataria hasta que se termine de pagar la deuda pendiente, por lo que los derechos y libertades del comprador quedarán, hasta entonces, limitados. 

Cuando se firma una reserva de dominio durante el proceso de compra de un coche, la entidad se pone en contacto con la Dirección General de Tráfico para comunicarle que el vehículo está sujeto a esta cláusula.

Como consecuencia, el comprador, pese a que podrá seguir utilizando el coche, no podrá venderlo, cambiar su titularidad o darlo de baja si no cuenta con la autorización expresa de la financiera.  

Con la reserva de dominio, las financieras se aseguran de que el comprador ha abonado su deuda pendiente antes de vender el vehículo.

Una vez haya pagado la totalidad del préstamo, el usuario deberá cancelar la reserva de dominio, ya que esta no se elimina de forma automática. De lo contrario, no podrá disfrutar de la totalidad de los beneficios jurídicos del coche, ya que la titularidad seguirá recayendo sobre la financiera

Pasos para cancelar la reserva de dominio

Para cancelar la reserva de dominio de un vehículo, lo más recomendable es que los usuarios inicien los trámites en cuanto terminen de pagar la última mensualidad, ya que así podrán disfrutar de la titularidad de sus vehículo cuanto antes.

Durante este proceso, lo primero que los usuarios tendrán que hacer es reclamar una nota simple en el Registro de Bienes Muebles de la ciudad en la que se haya matriculado el coche. Una vez lo hayan obtenido, tendrán que solicitar una carta de pago a la financiera y abonar los costes correspondientes, que suelen oscilar entre los 20 y los 60 euros.

Cuando dispongan de la carta de pago y de la nota simple, los compradores deberán acudir al Registro de Bienes Muebles y pedir el levantamiento de la reserva de dominio. Además, tendrán que abonar las tasas correspondientes.

Este proceso suele tardar alrededor de unos quince días. Una vez se haya finalizado, los usuarios podrán acudir a la Dirección General de Tráfico para verificar que el vehículo se encuentra, finalmente, a su nombre.

  1. Reclamar nota simple en el Registro de Bienes Muebles.

  2. Solicitar la carta de pago a la financiera.

  3. Acudir al Registro de Bienes Muebles y pedir el levantamiento de la reserva de dominio. 

  4. Transcurridos quince días, ir a la Dirección General de Tráfico para comprobar que el vehículo se encuentra a su nombre.

¿Cómo puedo anular la reserva de dominio para vender mi coche?

La reserva de dominio, como hemos visto, impide que los compradores puedan poner a la venta su vehículo hasta que no hayan terminado de saldar la deuda pendiente y levantado la cláusula.

No obstante, si el comprador inicial encuentra a un segundo comprador que esté dispuesto a asumir la deuda con la financiera, puede darse el caso de que la entidad acepte la venta.  

Estas situaciones, no obstante, son excepcionales. Por eso, si un usuario quiere poner a la venta su coche y este sigue financiado, deberá liquidar primero la deuda pendiente, ya sea solicitando un préstamo que cubra el precio del vehículo o encontrando un comprador dispuesto a pagar por adelantado.  

PREGUNTAS FRECUENTES Y RESPUESTAS

Respuestas a las preguntas más habituales sobre si se puede vender un coche que no se ha terminado de pagar

Aunque hay distintos métodos de financiación a los que se puede recurrir cuando se quiere adquirir un coche nuevo, lo habitual es que los usuarios soliciten financiación en el concesionario o en una entidad bancaria.

La reserva de dominio es una cláusula regulada por la ley de venta a plazos de bienes inmuebles y que se incluye en la mayoría de contratos de compraventa en los que hay financiación. 

Esta cláusula, básicamente, representa un acuerdo entre el comprador y la financiera y estipula que la propiedad del bien pertenece a la entidad hasta que se termine de devolver el dinero prestado, a pesar de que el comprador puede hacer uso de él.

La reserva de dominio limita los derechos y libertades del comprador, ya que impide que pueda vender, cambiar la titularidad o dar de baja el vehículo hasta que termine de saldar la deuda pendiente.

La reserva de dominio solo se puede cancelar cuando se haya liquidado la totalidad de la deuda pendiente. Una vez se haya devuelto el dinero, además, el usuario deberá cancelar esta cláusula acudiendo al Registro de Bienes Muebles.

Una vez se hayan pagado todas las mensualidades de la deuda pendiente, los usuarios podrán cancelar la reserva de dominio siguiendo estos pasos:

  1. Reclamar una nota simple en el Registro de Bienes Muebles.

  2. Solicitar la carta de pago a la financiera.

  3. Acudir al Registro de Bienes Muebles y pedir el levantamiento de la reserva de dominio. 

  4. Transcurridos quince días, ir a la Dirección General de Tráfico para comprobar que el vehículo se encuentra a su nombre.

No. Si un vehículo está sujeto a una reserva de dominio, el comprador no podrá venderlo hasta que haya terminado de pagar la deuda pendiente. No obstante, en algunos casos excepcionales, puede ocurrir que el comprador inicial encuentre a otro comprador dispuesto a asumir la deuda y que la financiera acepte la venta.